En Lavapiés, último barrio “antiguo” de Madrid, y en la zona más popular del barrio de Embajadores, en el que la vida ocupa todo, las ruinas de los antiguos monumentos son literalmente aprovechadas y procuran una forma natural de preservar la memoria.

Un ejemplo de esto es la biblioteca y aulario de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). Una de sus sedes en Madrid se ha establecido en las antiguas Escuelas Pías, en la Plaza San Agustín Lara. (Fundadas para la educación de niños pobres en 1729) gracias a la intervención del arquitecto José Ignacio Linazasoro.
La antigua iglesia permanecía oculta tras estucos y recargado mobiliario litúrgico y fue descarnada tras el incendio de 1936, y su posterior abandono durante más de 60 años.
El proyecto se relaciona de forma sutil con el pasado y contrasta con las convencionales contraposiciones entre arquitectura antigua y “moderna” sobre todo por la implementación del mobiliario de la Biblioteca a modo de instalación en el espacio reconstruido.