Esta obra fue seleccionada en los premios de arquitectura de ladrillo, en la XI edición y es una demostración de buena arquitectura. Con una propuesta muy elemental, se mejora un paisaje, ya de por sí muy interesante, entre Miranda de Ebro y Vitoria. Una zona agrícola en la que se ha incorporado un olivo también muy ligado al sitio. Como nos decían los arquitectos: Javier Bárcena, Luis Zufiaur y Raquel Mielgo:
«La almazara se encuentra en un paraje excepcional. Nuestro cliente descubrió las posibilidades de esta región para el cultivo de la aceituna autóctona arroniz.
El edificio se sitúa en el centro de los olivos. Con un sencillo formato en serie de pórticos metálicos a dos aguas, se desarrollan los espacios de almacén de maquinaria y productos para cultivo, cocina-office y sala de catas.»
«El ladrillo artesanal nos enseña cómo enraizar esta construcción industrial con su entorno. Fabricante: Antonio García. Modelo Adobe vasco Manual 25 X 12 X 3
La fecha de finalización de la obra fué en noviembre de 2009.»
Fotografías de César Millán.