
ca43 / Centro Cívico
Arquitecto/s
Proyectamos un muro lleno de aire, una tapia que se cruza en el camino para dejarse atravesar, por la luz y tu mirada. Y nos preguntamos entonces cómo se hace una tapia. Y jugamos a construir piezas, todas llenas de aire: una biblioteca, un gran salón, una escuela de música, unas oficinas y una última que da habitación al movimiento. El camino se hace plaza y el muro quien la habita. El muro-edificio, como conjunto de piezas que se identifican formalmente con su función, colabora al planteamiento de un programa sencillo que permite tanto la disociación de actividades como su posible interconexión. Estas piezas se dividen en dos tipos. Tres son ciegas y en forma de L: el salón de actos; las comunicaciones verticales y servicios; y la escuela de música y los archivos. Las otras tres son de forma paralelepipédica y porosa. Corresponden al acceso y punto de información; la biblioteca y ludoteca; las oficinas municipales y las salas multiusos. Aunque definidas en sus superficies globales, dichas áreas tienen, en la medida de sus posibilidades, la capacidad de reconfigurarse internamente de un modo continuo, e incluso de modificar su porcentaje de ocupación física sobre el global del proyecto…
Fotografías
Material empleado
