Son dos edificios en uno, uno para el día y otro para la noche en los que la combinación de criterios funcionales e ilusionistas, ha tenido como resultado este Palacio de Congresos y Exposiciones, de líneas horizontales y volúmenes ciegos. Estas son soporte del tratamiento de fachada a modo de firmamento en el que quedan inscritos múltiples puntos de luz, reemplazando las texturas iluminadas. El recurrido subrayado de líneas horizontales es un recurso empleado con el fin de construir la horizontal como ayuda para asentar el peso de los volúmenes, estabiliza la masa construida y hace el edificio mas afín a lo gravitatorio, a lo terrestre, al dominio del horizonte. La vertical construye la suma de los elementos apilados. Y finalmente algo más que eso: une lo gravitatorio a la gravedad del firmamento. Cielo y Tierra, unidos…