El edificio se proyecta en una parcela de borde urbano con uso previo de huerta y zona de juegos para niños, en un pequeño núcleo rural con un entorno natural de gran belleza. La primera exigencia de la intervención es mantener al máximo los valores tanto de la parcela como del paisaje de la zona, conservando el arbolado existente, cuidando las visiones desde el núcleo y desde los puntos de observación tradicionales. El programa incluye dos aulas de educación primaria, una de educación infantil con su propio núcleo de servicios, un aula polivalente-comedor con un oficio asociado, un despacho, servicios higiénicos, y cuartos de instalaciones y almacenamiento de material diverso. En el exterior, porches, zonas verdes y una pista polideportiva. Para integrar el edificio en un conjunto urbano disgregado y de volumetría menuda, se recurre a una estrategia de descomposición o adición: cada espacio demandado por el programa se corresponde con un volumen rotundo y de lectura autónoma, y el engarce de estos se realiza con una pieza más baja de circulaciones y servicios. Este elemento adquiere el papel de control térmico del edificio, puesto que se cierra casi completamente al norte y se abre en los espacios entre las aulas para configurar patios cubiertos que permiten el soleamiento controlado y un nivel adecuado de iluminación. El comportamiento de la pieza se complementa con una cubierta invertida vegetal…