Un pequeño pueblo decide construir su nuevo Consistorio. Un lugar capaz de centralizar los servicios sociales, económicos y culturales del municipio de manera más eficiente ya que en su momento todo estaba repartido por pequeños locales distantes entre sí y con un elevado coste de mantenimiento. El solar de trabajo fue el único que se pudo comprar en tiempo y forma adecuada. Se trata de una esquina ocupada por un ruinoso caserón, en una confluencia de calles y callejones; de subidas, bajadas y llanos. Un punto apartado de la Plaza Mayor. El programa propuesto inicialmente constaba de salón de plenos, alcaldía, secretaría y dos despachos médicos con sala de espera, pero posteriormente se añadió una sala de formación y usos varios, espacios expositivos además de una pequeña oficina para funcionarios externos. Todo ello debía materializarse en un edificio referente, un polo nuevo. Un pequeño pueblo decide construir una obra contemporánea…