La implantación urbana del proyecto reconoce la presencia de dos escalas heterogéneas en la isla veneciana de la Giudecca: una, la del denso tejido industrial en el lado norte de la isla y otra, la de las instalaciones industriales que dominan la vista de la Laguna veneciana hacia el sur, más dispersa. El proyecto opera una suerte de “microcirugía” sobre el área industrial abandonado, alternando transformaciones profundas (de restauración o de nueva construcción) con suaves modificaciones de los edificios existentes y de los espacios abiertos. De este modo el primitivo recinto industrial Junghans se abre a la ciudad y crea una fachada con nuevas perspectivas hacia el extraordinario paisaje de La Laguna de Venecia. En los vacíos existentes entre los edificios industriales se abren nuevos recorridos, se excava un nuevo canal y una nueva plaza, la cual linda con el jardín de unas escuelas preexistentes, genera lejanas perspectivas abiertas hacia el sur…