El proyecto de los vestuarios actúa como un peine entre la estructura de hormigón del graderío existente de los años 90, para filtrar el acceso entre los usuarios y el campo de futbol. Los vestuarios están compuestos por siete piezas dobles, encajadas entre la estructura del graderío con entrada independiente que dan lugar al conjunto de vestuarios, aseos y almacén. Cada pieza está formada por dos partes, según se puede apreciar en el alzado, pero se unifican por el tratamiento de los materiales y la composición. Además, cada vestuario se divide en dos zonas: la zona seca para poder cambiarse y dejar las pertenencias y la zona húmeda, donde se sitúan los baños y duchas. Cada vestuario tiene una salida directa al campo de fútbol. Los árbitros poseen dos vestuarios independientes en la pieza central del conjunto junto con el botiquín. Este conjunto queda rematado en sus extremos por dos piezas rectangulares que serán usadas como aseos y almacén respectivamente…